19 de septiembre de 2015

El regreso de Martin Guerre y la microhistoria



He de confesar que uno de los géneros históricos que más disfruto leyendo es el de la microhistoria, quizás porque me gusta leer sobre hechos históricos concretos, historias sobre individuos, etc. a los que les acompaña una buena investigación. La microhistoria es un género que se presenta difícil de definir, tal y como se defiende en una obra titulada What is Microhistory? Theory and Practice (2013), no obstante, la conforman una serie de factores/características que la hacen de alguna manera identificable; entre ellas cabe mencionar: la importancia del tono narrativo, la síntesis, la confluencia entre historia y ficción, la subjetividad histórica, la reducción de la escala de observación, el uso de la metodología antropológica y etnológica, el relativismo, etc. Son precisamente estas características las que han hecho que la microhistoria haya sido, y siga siendo, bastante criticada por aquellos historiadores que consideraban que el estudio concreto de una villa, un individuo o un único hecho histórico no podía usarse para establecer conclusiones a gran escala, como en cierta manera postulaban los defensores de la microhistoria. Para aquellos, el objeto de estudio de la microhistoria se presentaba como algo interesante pero carente de profundidad, por lo que en no pocas ocasiones los estudios microhistóricos han sido considerados "insignificantes" en comparación con otros más "empíricos" y "extensos".

Pese a estas críticas -toda tendencia historiográfica ha sido en algún momento criticada- la microhistoria no ha dejado de avanzar, sobre todo a partir de 1990; y son muchos los grandes historiadores ligados a la misma: Giovanni Levi (La herencia inmaterial), Carlo Ginzburg (El queso y los gusanos), George Duby (El domingo de Bouvines), Emmanuel Le Roy Ladurie (Montaillou, aldea occitana de 1294 a 1324) y, la que centra nuestra atención en esta entrada, Natalie Zemon Davies con su trabajo El regreso de Martin Guerre.

Poco se puede decir de esta historiadora que no sepan ya los amantes de la Historia. Es estadounidense y doctorada por la Universidad de Michigan (1959). Su primera publicación fue Sociedad y cultural en la Francia Moderna: ocho ensayos (1975), en la que ya se aprecia su acercamiento a la antropología, ciencia que encontró su hueco entre los historiadores culturales durante la década de 1970. En el caso de Davis tuvieron una gran influencia los trabajos del antropólogo Van Gennep y del historiador Keith Thomas. Este acercamiento hacia la antropología le permitió ensanchar el campo de estudio hacia todo lo que se refería a los diversos comportamientos y actitudes sociales; así como esbozar una forma de escritura caracterizada por el tono narrativo. Desde entonces Davis ha sido considerada como una de las precursoras en hacer una historia interdisciplinaria, en la que combina esta con disciplinas tales como la antropología, la Historia del Arte, la etnografía y la teoría literaria. Son numerosos los libros y los artículos que compone su extenso currículum académico, pero en esta entrada nos centramos únicamente en El regreso de Martin Guerre.

Ya leí este libro hace bastantes años, pero se me apetecía leerlo nuevamente con "nuevos ojos". En él nos acercamos a uno de los hechos históricos más extraordinarios - a "pequeña escala"-: la impostura de Arnaud du Tilh en un pequeño pueblo de la Francia del siglo XVI (Artigat). Un hecho que en su momento tuvo una gran repercusión y que aún sigue vivo en la memoria del pueblo. Ya en el prólogo de la obra, la autora nos cuenta de dónde partió ese deseo de investigar una historia que se presentaba digna de ser guionizada para la gran pantalla, como de hecho así fue, ya que la película -en la que Davis participó como asesora- se presentó antes que el libro (y ya antes se había publicado una novela por parte de la autora Janet Lewis, The wife of Martin Guerre). No obstante, fueron las limitaciones del formato cinematográfico a la hora de exponer la historia lo que animó a Davis a profundizar en los porqués y los quizás de la impostura: Where was there room in this beautiful and compelling cinematographic recreation of a village for the uncertainties, the "perhapses", the "may-have-beens", to which the historian has recourse when the evidence is inadequate or perplexing? Ante ello, y otros detalles que a la historiadora no le gustó de la película, no tuvo más remedio que meterse de lleno en una historia que se presentaba fascinante.

Son varios los aspectos por los que considero El regreso de Martin Guerre un magnífico libro de historia. En primer lugar está la atención que Davis muestra en todo momento a los pequeños detalles. Esto se observa principalmente en la introducción y en los capítulos finales de la obra. En la primera, la historiadora nos presenta los principales problemas que debió afrontar cuando inició su investigación, entre ellos la gran dificultad que suponía hacer "historia de las mentalidades" de los campesinos franceses de principios de la Edad Moderna, debido a las escasas fuentes documentales. No obstante, señala lo que ella considera que son las fuentes principales: los informes judiciales, en los que de alguna manera se vislumbran detalles de la vida cotidiana -e incluso los sentimientos- de aquellos campesinos que llevaron a cabo alguna que otra demanda judicial. Asimismo, en la introducción detalla cuáles fueron las fuentes utilizadas -especialmente las obras de Jean de Coras y Guillaume Le Sueur, así como los registros de sentencias parlamentarias, entre otras fuentes archivísitcas-, aunque a mí me ha llamado especialmente la atención su puntualización final: What I offer you here is in part my invention, but held tightly in check by the voices of the past; en otras palabras: lo que las fuentes no puedieron proporcionarle, ella, básandose en las "voces del pasado", extrajo sus propias deducciones. Es aquí donde podemos apreciar una de las características de la microhistoria: la confluencia de lo que dicen las fuentes (historia) y las deducciones de los historiadores ("ficción"). En lo concerniente a los capítulos finales, me ha gustado que la historiadora analizara las dos principales obras que usó para construir el caso de Martin Guerre, dando detalles sobre sus autores, comparando la información de ambas, así como su posterior difusión. Estos últimos capítulos, que se complementan con el epílogo final, concluyen acertadamente una magnífica investigación histórica.


En segundo lugar, otro aspecto a destacar, es la gran capacidad que muestra Davis al usar un hecho histórico concreto para dar un visión más amplia de la vida rural de la Francia moderna. Basta con leer al detalle cada uno de los capítulos que componen la obra. Así, por tanto, vemos que en el primer capítulo Davis nos introduce en los movimientos migratorios de campesinos (por qué y cómo se producían), y a través del contexto social, económico y cultural de Artigat nos ayuda a hacernos una idea de cómo debía ser la vida en ese ambiente rural. En los capítulos segundo y tercero nos ofrece detalles de cómo era el matrimonio y el estatus de la mujer. Con respecto al primero nos habla de las alianzas matrimoniales entre familias, las creencias supersticiosas en torno al mismo, la importancia de la consumación, la presión para que se produzca la reproducción, etc.; y con respecto a lo segundo detalla cuál debía ser el papel de la mujer casada, la cierta "independecia" laboral que esta podía tener en ciertos ambientes rurales, la importancia del honor, la posición de la mujer viuda y la extraña situación de la mujer abandonada. Asimismo, en ambos capítulo, se nos habla de la herencia en el mundo del campesinado francés. En los capítulos cuarto y quinto, Davis da detalles de cómo debía difundirse la información y los cotilleos, así de lo común que eran los cambios de identidades, sobre todo en aquellos campesinos que migraban ya que suponía dejar detrás una tierra para adaptarse a otra (los propios Daguerre pasaron a ser únicamente Guerre). También nos da unos pocos detalles de la introducción del protestantismo en el mundo rural y las razones por las que el campesinado se sentía atraído por el mismo. Los capítulos que van del 6 al 9 nos habla de las nefastas consecuencias que podían traer las trifulcas familiares, sobre todo en lo que se refiere a los desacuerdos económicos y demás, y no adentra en el funcionamiento del sistema judicial a través del juicio al que someten a Arnaud du Tilh. En estos últimos capítulos, me ha gustado especialmente el análisis que Davis hace el papel de Bertrande de Rols. 

En definitva, El regreso de Martin Guerre se presenta como una obra representantiva en todos los sentido de la microhistoria. Su lectura, entretenida e instructiva, demuestra la importancia que tuvo el tono narrativo para un grupo de historiadores, en el que se incluye Davis, quienes deseaban que sus obras llegaran a un número de lectores cada vez mayor; pero a su vez demuestra que en cierta manera sí es posible hacer uso de un hecho histórico concreto para explicar elementos históricos más generales. Yo no puedo más que recomendar la lectura de esta obra para todos aquellos interesados en el género. 

Bibliografía:

SG Magnússon, IM Szijártó, What is Microhistory? Theory and Practice, Routledge, 2013. Se puede consular el capítulo final aquí:
 https://www.academia.edu/5205155/What_is_Microhistory_Theory_and_Practice

Natalie Zemon Davies, The return of Martin Guerre, Harvard Univ. Press, 1983. 


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