4 de julio de 2013

La Temprana Revolución Científica




Defiende Antonio Barrera-Osorio en su obra Experiencing Nature (ver imagen) que a inicios del siglo XVI, en España, se produce lo que el llama "Early Scientific Revolution": una "Temprana Revolución Científica. Una revolución científica motivada por el descubrimiento del Nuevo Mundo que "forzó" a los exploradores, soldados, comerciantes, naturalistas, religiosos, y un gran etcétera a desarrollar un empirismo para conocer una naturaleza de la que no se tenería referencia alguna en los libros. Hasta ahora el conocimiento de Historia Natural del "Viejo continente" se había basado más en la lectura de las grandes autoridades clásicas, en las que habría destacado Aristóteles, más que en la propia observación de la naturaleza en sí misma. Los grandes eruditos no se habrían acercado a un perro o a un pavo para conocerlo, sino que habrían recurrido a una amplia bibliografía sobre lo mismos. Esta manera de acercarse al nuevo mundo generó en lo que Asworth (referencia al final de la entrada) calificó como una "visión emblemática del mundo" que suponía una forma de concebir la realidad natural (Sobre todo desde mediados del siglo XVI a mediados del XVII) según la cual los entes naturales formarían parte de un lenguaje de símbolos y significados ocultos que sería posible descifrar. Esto hacía que en la descripción de una animal no se hiciera hincapié en sus características físicas o biológicas, sino en sus vinculaciones con las historia, la mitología, la etimología, etc. utilizando como fuente, por supuesto, obras que le sirvieran para completar estos aspectos; obras como la de Iconología de Cesar Ripa o Adagia de Erasmo y, por supuesto, las obras clásica.

Pero el Nuevo Mundo lo cambió todo. Aparece toda una flora y una fauna que carece de referencias y es necesario conocerla. La corona española, como bien señala Barrera-Osorio, se dio cuenta que era necesario conocer para controlar, y el empirismo, por tanto, nace en un contexto comercial e imperial controlado por dos instituciones esenciales para el gobierno de las colonias: Casa de la Contratación y el Consejo de Indias. Este empirismo tiene dos ramas desde mi punto de vista; una centrada en la adquisición de conocimiento tanto por información burocrática, es decir, el requerimiento de información por parte de la corona a los gobiernos nacientes de las colonias; virreinatos, que daría lugar a las famosas Relaciones de Indias" y las expediciones científicas -las cuales se harían a mayor escala en el siglo XVIII- siendo la más conocida la del doctor Francisco Hernández con la recopilación de miles imágenes que en su mayoría se perdieron en un incendio de El Escorial (aunque algunas vieron la luz en publicaciones). Por otro lado, el emprirismo llevado a cabo para la creación o invención de instrumentos que favorecieran la navegación pero también la explotación de las nuevas riquezas naturales que proporcionaban el Nuevo Mundo. Barrera-Osorio destaca tres: las bombas de agua, las cañas y redes para la adquisición de perlas, y el proceso de amalgama con mercurio para la extracción de plata.

Resulta interesante el proceso que conlleva la elaboración y la comercialización de instrumentos para la explotación de fuentes naturales. Se empiezan a crear patentes y lo que es más interesantes: los "test" que a través de las experiencia verificarían si un invento o no era válido y, sobre todo, rentable y beneficioso económicamente. Así, cuando Diego Ribeiro informó de que podría crear una bomba de agua en metal se puso en marcha todo un mecanismo para confimar sobre la eficacia de la bomba. En seguida se exigió a unos oficiales que probaran la bomba, dando esta prueba una respuesta positiva. Una vez se hubieron comprobados los resultados, la corona dio a Ribeiro su licencia. Lo mismo ocurriría con las cañas o el proceso de amalgama, toda invención nacía de la experimentación de su inventor y de la comprobación por parte de la Casa de Contratación por medio de la "experiencia" de que el instrumento inventado verdaderamente era fiable y beneficioso. Obviamente, la Casa, conocedora de lo beneficioso que podía ser esto, no solo apoyaba a los artesanos sino que fomentaba la competencia, con lo que las licencias siempre estaban sujetas a que sí el invento era mejorado, el nuevo inventor era el que adquiría la licencia.

En conclusón, Barrera-Osorio propone, a rasgos generales, que el inicio de la Revolución científica se encuentra en los inicios del siglo XVI, motivado por el encuentro de nuevo continente que "forzó" a que por medio de la experiencia se conociera y se explotara todo un nuevo mundo.

Bibliografía:

Barrera-Osorio, Antonio: Experiencing nature: the Spanish American empire and the early scientific revolution, University of Texas Press, 2006.

Ashworth Jr., William B: "Natural history and the emblematic world view". En Reappraisals of the scientific revolution, editado por David C. Lindberg y Robert S. Westman. Cambridge: Cambridge University Press, 1990.

2 comentarios:

  1. Parece que estamos lanzados los dos. Vamos a seguir así, si te parece.

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