17 de julio de 2013

El fin de la visión emblemática.

Ilustración extraída de la obra de Jan Jonston: Historiae naturalis de quadrupedibus libri, cum aeneis figuris, Johannes Jonstonus,... concinnavit. 1657.


Continuando con la explicación sobre la visión emblemática de la naturaleza, en esta entrada toca hablar de su fin. Tradicionalmente se considera la obra del naturalista polaco Jan Jonston (Joannes Jonstonus) como un punto de inflexión en la tradición emblemática. Su Historia Naturalis contaba con todas la ilustraciones de la tradición aldrovandina, sin embargo, el texto que las acompañaba se alejaba mucho de las historias naturales anteriores como las de Gessner o Aldrovandi. Si bien, como dijimos, Gessner le dedicaba 8 páginas al pavo y Aldrovandi 30, Jonston le dedicaría únicamente 2. Su descripción prescindía de los emblemas, los proverbios, la mitología, o los jeroglíficos y se limitaba a describir al animal y a hablar de sus propiedades médicas y culinarias. Jonston, por tanto, rompe con la tradición renacentista que hasta ahora había marcado la producción de historia natural. Se produce lo que se llamada "desencantamiento" o "desimbolización".

Pero ¿Que ha ocurrido para que se produzca este cambio? Asworth habla de tres posibles motivos. El primero de ello es el "encontronazo" con la naturaleza del Nuevo Mundo. En las primeras décadas del siglo XVII aparecen las primeras historias naturales del Nuevo Mundo y, generalmente, se les suele considerar como hijas de la tradición baconiana, es decir, productos de la observación o de la experiencia de aquellos que habían viajado al continente americano. ¡Ojo! Esto no quiere decir que los que las escribieron habían viajado al Nuevo Mundo, sino que basaban sus relatos en historias leídas u oídas de quien si había viajado, esto llevó en muchas ocasiones a procesos de cotejo entre las historias y también entre los objetos traídos del Nuevo Mundo, un buen ejemplo de ello fue toda la polémica creada en torno a sí el ave del paraíso tenía o no tenía patas. Pero sí que es cierto, que estas historias naturales carecían de la tradición emblemática pero no porque hubiera un repentino interés por hacer las historias naturales basadas específicamente en la observación sino porque los animales, la naturaleza en general, den Nuevo Mundo carecía de similitudes, es decir, ningún autor griego había visto a un oso hormiguero o al armadillo. Por lo que las descripciones de estos nuevos espécimenes debían basarse únicamente en lo poco que se sabía o se podía saber: su apariencia física, su hábitat, alimentación, etc.

No todos los autores están de acuerdo con que el Nuevo Mundo cortara o supusiera una ruptura con la tradición emblemática tal y como señala Asworth. Peter Mason en Before Disenchatmen (podéis ver una reseña interesante de esta obra en el siguiente enlace; http://animaliahispanica.blogspot.com.es/2013/07/peter-mason-before-disenchantment-2009.html) rechaza la teoría de Asworth y admite que en las descripciones de la naturaleza del Nuevo Mundo, sobre todo en las descripciones visuales, se seguía manteniendo cierta visión emblemática, cierta mitología y usa como ejemplo varios espécimenes quedando muy claro sobre todo en la descripción del perezoso. Para Mason, la descripción que se hace el perezoso apenas cambia en un siglo y su imagen, reproducía apenas sin cambios a lo largo de los años, seguía siendo muy mitológica y muy poco realista. Coincide en cierta manera con esta idea Brian Ogilvie, para el la Historia Natural exótica supuso un retroceso  o una vuelta atrás en el avance de la historia natural ya que los naturalistas, al no poder observar "lo exótico" más de cerca, debían recurrir a métodos de cotejo y comparación. Según Ogilvie, los propios naturalistas admitían que este método era inferior a la observación pura, pero que estaban a favor de usar cualquier método que les pudiera ayudar a catalogar la naturaleza de la forma más exhaustiva posible.

El segundo motivo que influyó en la quiebra de la tradición emblemática fue la obra de Thomas Browne Pseudoxia Epidemica en 1646 (Título en español; Sobre errores vulgares) que intentaba purgar a las historias naturales de los errores más comunes cometidos y que eran considerados como verdades. El autor se preguntaba si muchas de las historias tales como la que contaba que el Camaleón vivía del aire, eran verdades y si podían ser demostradas. Apelando a los criterios de la razón, experimentación y autoridad evalúa muchas de ellas.

Y, por último, el tercer motivo fue la influencia baconiana. Francis Bacon, a pesar de no haber escrito nunca una historia natural, sí que tenía claro cómo hacerla y pensaba que hasta las ahora publicadas era insatisfactorias pues no mostraban la naturaleza como Dios las había creado, sino como lo había hecho el hombre. Rechazó la tradición emblematica rechazando la idea de que la naturaleza fuera compuesta por una serie de códigos. Aún así Bacon no fue la mayor influencia para la ruptura de esta tradición ya que el desmatelamiento fue anteror e independiente al baconismo.

Para la bibliografía ver la primera parte. 



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