29 de julio de 2009

Bastardos que merecían ser "Rey": Juan de Austria (Infancia).


La Historia está llena de bastardos, para nadie es nuevo ni desconocido que desde la antigüedad hasta hoy día, las grandes personalidades de la Historia: Papas, reyes, condes, duques, presidentes, etc. han tenido sus escarceos amorosos que han culminado con el nacimiento de una criatura. Muchas de esas criaturas, hijos ilegítimos, fueron reconocidos y ocuparon su lugar en la historia otros sufrieron el anonimato y fueron olvidados y solo les queda el trabajo del historiador para salir de ese olvido. Juan de Austria no fue de los anónimos, de hecho fue considerado casi como un héroe, vencedor de grandes batallas como la de Lepanto, ganando la gloria pero también los celos de su hermano, Felipe II. Es por ello que esta entrada la he titulado "Bastardos que merecían ser "Rey" pues junto con Juan de Austria, con el que tengo especial debilidad, también Juan José de Austria, hermanastro de Carlos II, mereció ser rey. Empecemos por el primero:



Juan de Austria nació del affaire que el gran emperador Carlos V tuvo con Bárbara Bromberg, una muchacha hermosa de 19 años, hija de una familia burguesa. La fecha de nacimiento de Don Juan se duda, pero muchos historiadores coinciden en señalar que fue el 24 de febrero de 1547, fía en que Carlos V cumplía 47 años. El emperador pronto intentó tapar su travesura casando a Bárbara con Jerónimo Píramo Kegell, es por ello que Don Juan recibió, en un principio, el nombre de Jerónimo -Jeromín-. Sin embargo, el matrimonio no duró mucho, pues Kegell falleció poco después, por lo que Bárbara se entregó a los placeres de la bebida y de la carne. Parece ser que Carlos V se compadeció un poco de ese hijo ilegitimo y decidió enviarlo a España para que fuera educado. Esta misión se la encargó a su mayordomo y amigo Luis de Quijada, el rey fue cuidadoso para que no se descubriera la paternidad del niño, pues le tenía planeado una vida oscura y preferiblemente en religión. Para ello Quijada fingió que el niño era hijo de un ayudante de cámara del rey y se lo entregó a Francisco de Massy, violinista de la corte, para que se encargara de su educación. Dicho trato se formalizó en un documento, donde a cambio de la educación del niño, Francisco recibía una renta de por vida. Así Francisco, junto con su esposa Ana de Medina y Jeromín, marcharon a Leganés en 1551. Allí Jeromín recibió lecciones de un cura del lugar, don Batista Vela, quien transifirió sus funciones a su sacristán Francisco Fernández. Sin embargo, éste no se esmeró mucho en sus funciones y Ana de Medina decidió enviar al niño a una escuela de Getafe aunque Jeromín siempre se mostró mas interesado en actividades físicas que intelectuales.


En la primavera de 1554, Carlos V se acuerda de ese hijo abandonado y decide tener un pequeño gesto con él, obviamente no a reconocerlo, pero decide mandarlo con su amigo Luis Quijada y su mujer Magdalena Ulloa para que recibiera una mejor educación que la que hasta ahora llevaba recibiendo. Magdalena Ulloa, quién desconocía la paternidad del niño pero sospechándolo, recibió con los brazos abiertos a este hijo que le caía del cielo. El niño de siete años fue feliz en su nuevo hogar. Magdalena le demostraba su cariño y organizó su educación de mano del humanista Guillén Prieto, el capellán García de Morales y el escudero Juan Galarza. Éste último le enseñaba el juego de la guerra y con él empuñó su primera espada. Magdalena de Ulloa, conocida como la limosnera, le transmitió a Jeromín su tendencia a la generosidad a través de la tarea de entregar diariamente la limosna a los pobres, así desde la niñez el niño estuve en contacto con la miseria.


En 1556 Carlos V abdicaba, este hecho significaría mucho para Jeromín pues su vida estaba a punto de cambiar. Antes de morir el emperador se trasladó a Yuste, impidiendo a Luis de Quijada que se fuera de su lado, éste como amigo accedió a quedarse siempre que su mujer y su "sobrino" estuvieran a su lado, el emperador accedió. Es por ello que Carlos V recibió a Magdalena y a su "sobrino" Jeromín de forma complacida posando una distraida mano sobre la cabeza de ese hijo no reconocido.

En 1558 Carlos moría y la vida de Jeromín acababa de empezar. El hecho de que la vida de Jeromín cambiara es porque en 1554 Carlos v se acordó de su hijo, como más arriba dije, y no sólo para enviarlo con Luis de Quijada sino también para darle el lugar que le corresponde añadiendo en su testamento la existencia de Jeromín. Cuando fallece el gran emperador, Felipe II, su heredero, se hallaba en Flandes y fue ahí donde se enteró , de manos del testamento de su padre, de la existencia de su hermano, existencia que decide mantener en secreto hasta su llegada a España. Pero los rumores corren por el reino y Jeromín no pasa desapercibido es por ello que Juana, hermana del nuevo rey, manda una carta a Quijada para conocerlo. Quijada, no queriendo traicionar el pacto con su gran amigo, manda una carta a Felipe II pidiéndole instrucciones, sin embargo, la testaruda Juana insiste en conocer al niño por lo que Quijada acaba accediendo. Este hecho tuvo lugar en 1559 en un auto de fe en Valladolid, nada más llegar Magdalena de Ulloa ocupa el sitio que le corresponde, al llegar Juana lo primero que hace es acercarse a conocer al niño sacando de la duda al pueblo que ya saben quien es el padre del niño. Trans la entrevista Juana exige a su hermano que reconozca al niño.

A su regreso a España, Felipe II pide a Quijada conocer al Jeromín. La entrevista tuvo lugar en septiembre de 1559. Tras lo saludos de rigor el rey llama al niño a su presencia y acariciándole la rubios cabellos le lanza la famosa pregunta: ¿Sabes quien es tu padre? Tras un largo silencio Felipe II dijo: "Sois el hijo de un gran hombre. El emperador don Carlos, que ahora está en el cielo, es tu padre y el mio". Tras eso la vida de Jeromín cambia por completo y pasa a ser Don Juan de Austria.

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