10 de noviembre de 2008

Los Monstruos en la Edad Moderna

Los Monstruos han existido desde que el hombre es hombre. En el medievo, los monstruos formaban parte de la vida cotidiana. Estaban presentes en el ideario e imaginario colectivo. Esta teratología (ciencia que estudiaba los montruos, hoy rama de la medicina que estudia los nacimientos con cierta malformación) era el resultado de una compleja combinación de la tradición clásica, de leyendas germanas, pero también musulmanas y judías.

En la edad moderna, con el Renacimiento y el cisma religioso, se produce la aparición de un gran número de monstruos presentes en la iconografía religosa y profana, un ejemplo de ello es el cuado de El Jardín de las Delicias de El Bosco.

Pero ¿Qué es un monstruo? Se puede definir desde dos puntos de vista: morfológico y sociológico. En el primer punto de vista, monstruo es todo aquello que se diferencia de los individuos de su especie, que presenta singularidades extraordinarias. A nivel sociológicom monstruo es áquel cuyas costumbres no se ajustan a lo común, como un caníbal. La monstruosidad se mide según la regla común, por tanto la consideración de monstruo va variando a lo largo de la historia. En la Edad Moderna, fueron los intelectuales, los eclesiáticos y los laicos quienes recrearon y transmitieron el mito, la imagen y las características de los monstruos. La población, en su mayoría analfabeta, descubrieron esos monstruos a través de las esculturas de las iglesias y recintos sagrados, así como en los sermones que escuchaban en las misas. Por tanto, los monstruos se conviertieron en un elemento fijo de la cultura popular y de las mentalidades.

¿Cuál era el origen de estos monstruos? En el medievo muchos médicos y científicos, así como algunos teólogos, creían que el origen de estos monstruos eran fruto de una actividad sexual anormal o desviada. Entre las causas genéticas estaban la consanguinidad y el semen, pues según su distribución en el útero, su calidad o su abundancia, etc. podía generar un monstruo o no. Ambroise Paré, médico fránces del siglo XVI, afirmaba en su libro Monstruos y prodigios que monstruos son "cosas que aparecen fuera del curso de la naturaleza y, en su mayoría de los casos constituyen signos de alguna desgracia que ha de ocurrir" . (Grabado de Ambroise Paré)



La cultura popular también tenia sus propias interpretaciones. Entre ellas tenía especial importancia la teoría de que la visión juega un papel importante fuera de la gestación, es decir, que si una mujer embarazada mirana a un ser deforme podía tener uno similar.

Con el descubrimiento y colonización de nuevos mundos extraeuropeos y europeos (sobre todo la zona noroccidental como Noruega, Estocolmo, Finlandia o Islandia, ya descubiertos pero muy desconocidos) el catálogo de monstruos aumentó y también la tipología. Ahora los monstruos eran seres marino y terrestres desconocidos y extraordinarios por su grandeza y rarez. Estos animales podían ir desde una simple jirafa o ballena hasta seres totalmente imaginarios como los unircornios (Grabado de Ambroise Paré) los cuales tenían poderes, se decía que su cuerno aumentaba la fertilidad o las sirenas. En este sentido tiene especial importancio Olao Magno con su libro Historia de de Gentibus Septentrionalibus (1555). Este libro sería muy copiado por sus contemporáneos e incluso por autores posteriores. Además el libro de Olao Magno suponía una gran novedad, al ser de los primeros que mostraba grabados de los seres que habitaban en la zona noroccidental de Europa. Uno de los grabados es el siguiente:



Y Rondelet en su libro Libro de los Peces (1531) describirá a un monstruo marino aparecido en Polonia en 1531 con cabeza de fraile vestido con mitra y ornamentos pontificiales y recubierto de escamas. Es lo que se llama el pez monje. También está el pez obispo. (Grabado siguiente)


Y Sebastían Münster en su Cosmografía (1628) muestra un jabalí marino.

Durante el siglo XVII la revolución científica asestó un duro golpe a estas crencias pero a partir del siglo XVIII el tratamiento que se va dando al monstruo va cambiando y se convierte en un objeto de espectáculo, y por tanto, se le ha perdido el miedo. Se convierte en un objeto de estudio, en algo curioso, algo que coleccionar, surgiendo las famosas "Cámara de las maravillas" donde se coleccionan objetos "fuera de lo común". Entre las cámaras destaca la de Ulises Androvani en Bolonia. Un ejemplo de una "Cámara de las maravillas es la siguiente:




Estas cámaras serían los antecedentes de los Museos Naturales. Los dueños de estas cámaras eran gente muy variopinta, hasta el emperador Pedro I El Grande fue un gran coleccioniusta de elementos prodigiosos.

En el siglo XIX, un norteamericano, Robert Barnum, creó un circo en Nueva York donde se monstraba a gente deforme. Su mayor logro fueron las Sirenas de Fidji, mitad mono y mitad pez.



Fuente: FRANCO RUBIO, Gloria A. : Cultura y mentalidad en la Edad Moderna, Ed. Mergablum, Sevilla, 1998.

1 comentario:

  1. Me gusta ese pez monje... ya sabía yo que algunas sotanas escondian un mostruo dentro.

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